
viernes, 29 de agosto de 2008
II.
Si para alcanzar tus besos tuviera que matar a Dios,
podemos comenzar esta misma noche,
pues, para mi, él ya está muerto...
podemos comenzar esta misma noche,
pues, para mi, él ya está muerto...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)