lunes, 16 de marzo de 2009

Dejad que el Diablo entre en vuestras mentes,
que rompa cada recuerdo de la persona amada,
pues ingrata ha abandonado su lugar,
perdido ahora en una falsa inmortalidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fui una endiablada mujer, quien causó uno y mil destrozos en su corazon, despiadada, sin alma, y cegada por la ira, una presona comun jamás se igualará a un demonio pero sí se puede acercar, mas cuando dé la vuelta atrás y quiera tocar quello que destrozó, solo sentira bajo los pies las heridas de los cristales de aquello que destrozó
Mako